Rotura fibrilar o desgarro muscular
La rotura de fibras o desgarro muscular es una lesión que se produce tras un traumatismo o más frecuentemente tras un movimiento o esfuerzo brusco de la musculatura. El paciente suele referir una sensación de haber recibido una “pedrada” y suele ir acompañada de dolor agudo localizable y hematoma (en algunos casos) en la región o en las zonas próximas a la lesión.
Es una lesión frecuente en deportes explosivos, sobre todo en miembros inferiores, que requieren de cambios bruscos, aceleraciones o frenadas precisas como el fútbol, baloncesto, atletismo, tenis, pádel etc. También puede ocurrir en actividades de la vida diaria como un tropiezo o una pequeña carrera o sprint (para coger el autobús por ejemplo) en personas que no están entrenadas.
Normalmente este tipo de lesiones suele ir directamente relacionadas con el nivel de entrenamiento, y el grado de dificultad del movimiento que ha realizado la persona para lesionarse. Cuanto menos entrenada esté, más fácil es sufrir una rotura de fibras si se realiza un movimiento brusco o inesperado.
Es importante una buena evaluación tras el inicio de los síntomas, siendo la ecografía un buen método de diagnóstico para valorar el alcance de la lesión y poder programar así un tratamiento de fisioterapia y readaptación adecuado a cada caso. La utilización de técnicas invasivas como la electrolisis y las técnicas más convencionales como el láser, la diatermia o el ejercicios físico, serán muy importantes en el proceso de recuperación para además de volver a conseguir un buen rendimiento del músculo dañado, evitar nuevas roturas en la misma musculatura.
Es fundamental realizar un tratamiento adecuado cuanto antes, ya que si no pueden surgir complicaciones como fibrosis que dificultarán la vuelta a la práctica deportiva deseada.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir