Mínimo de ejercicio diario para ser saludables

Es sabido por todos que una buena alimentación sólo es una de las patas para mantener un estilo de vida saludable. Para no dejar “coja” a nuestra salud, debemos acompañar esta buena dieta con una rutina de ejercicio que nos ayude a conseguir nuestro objetivo; Estar sanos.

Como muchas veces es complicado saber si estamos haciendo o no el ejercicio suficiente, en este blog os vamos a explicar por un lado lo que es realmente hacer ejercicio, y por otro, cual es la cantidad mínima que deberíamos hacer diariamente para poder considerarnos personas saludables.

Lo primero, no debemos confundir el hacer ejercicio con practicar un deporte o ir al gimnasio. Visitar el gimnasio y hacer un circuito de pesas o ser un jugador de fútbol y acudir a un entrenamiento con tu equipo, son cosas que implican hacer ejercicio, pero hacer ejercicio no implica tener que hacer ninguna de estas actividades.

Por definición, el ejercicio físico es toda actividad voluntaria que quema energías más allá de las necesarias para la actividad basal del cuerpo, o lo que es lo mismo, cualquier actividad que gasta una energía extra por encima de la que necesita el cuerpo para mantenerse en funcionamiento.

Por norma general para un adulto, sin tener en cuenta dolencias que impidan el hacer ejercicio, el nivel saludable diario de actividad física es de 30 minutos de ejercicio físico moderado, es decir, lo suficientemente suave como para que se mantenga aeróbico pero lo suficientemente fuerte como para estimular el corazón y los pulmones. En el caso de los niños, el tiempo durante el cual tendrán que estar ejercitándose asciende a entre 40 y 60 minutos diarios.

Ahora que sabemos cuánto, debemos saber que tipo de ejercicio debemos hacer. Como comentábamos antes, el ejercicio ha de ser lo suficientemente suave como para que se mantenga a un nivel aeróbico, pero… ¿Y esto que significa?

Pues bien, entendemos como ejercicio aeróbico toda actividad que aumenta el ritmo cardíaco, pero sigue empleando oxígeno.  Ayuda a mantener el corazón, los pulmones y la musculatura saludables. De entre todas las actividades aeróbicas, las más eficientes y populares son salir a caminar o dar paseos en bicicleta.

Para terminar, hablemos de los beneficios que nos aporta realizar ejercicio de manera diaria. Nos da salud a tres niveles:

  • Salud física ya que nos ayuda a controlar nuestro peso, a prevenir enfermedades del corazón y, además, retrasa el envejecimiento.
  • Salud psicológica ya que mejora la calidad y la duración del sueño, lo que generalmente conlleva acumular menos estrés y ansiedad. Por otro lado, la realización de ejercicio físico está directamente relacionado con la mejora del rendimiento intelectual,«Mens sana in corpore sano».
  • Salud social porque la práctica de ejercicio está directamente relacionada con una mejora considerable de la autoestima y el buen humor. Según como lo practiques, además, te puede servir como herramienta relacional con tus amigos o para poder conocer gente nueva.

Y hasta aquí el blog de hoy, si tienes alguna duda comenta y la resolveremos lo antes posible.

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¿Realmente sabes lo que es una dieta saludable y equilibrada?

A todos nos gustaría seguir una dieta saludable y equilibrada, pero muchas veces nos encontramos con barreras que nos complican esta tarea como el desconocimiento o la falta de herramientas nutricionales. A lo largo de este blog os vamos a explicar cómo es realmente una dieta saludable e intentaremos eliminar toda duda que puedas tener al respecto. ¡Empezamos!

Primero, lo más importante, debemos diferenciar correctamente entre alimentación saludable y alimentación equilibrada. Una dieta equilibrada es aquella que cubra todas las necesidades nutricionales de una persona para que su organismo pueda funcionar correctamente, sin embargo, una dieta saludable es la que tiene como base seguir una dieta que incluya principalmente y la mayor parte del tiempo alimentos “reales” o materias primas, es decir, frutas y verduras, grasas saludables como frutos secos y aceite de oliva, carnes, pescados y huevos, cereales integrales, lácteos naturales, etc.

Conociendo ya la diferencia entre alimentación equilibrada y alimentación saludable, debemos responder a la pregunta “¿Qué es seguir una dieta sana y equilibrada?”. Pues bien, mantener una alimentación saludable y equilibrada se define como seguir una dieta variada que aporte a cada persona individual todos los alimentos que necesita para cubrir sus necesidades nutricionales, en una etapa determinada de su vida, en base a sus características físicas y su situación de salud y nivel de actividad.

Partiendo de esta definición podemos decir que “alimentarse correctamente” y de manera saludable va a depender del contexto de la persona, cada individuo tiene unas necesidades nutricionales diferentes y su objetivo puede que no sea el mismo. Lo que es una buena dieta para una mujer adulta de 25 años que es atleta de élite y su objetivo es mejorar el rendimiento, puede no serlo para un hombre de 38 años que trabaja en una oficina, tiene sobrepeso y presenta una patología metabólica como resistencia a la insulina, hipercolesterolemia e hipertensión, siendo su objetivo mejorar sus problemas de salud y perder peso.  Aun así, hay que destacar que, aunque ya sabemos que cada uno ha de seguir una dieta específica y que se ajuste a sus necesidades y contexto, hay unos principios básicos para organizar nuestra alimentación que puede aplicar todo el mundo para empezar a comer mejor. A la hora de elaborar nuestra dieta algunas pautas o consejos que debemos tener en cuenta son:

  • Incluir de manera diaria frutas y verduras en nuestras comidas por su contenido en fibra, micronutrientes y compuestos beneficiosos para la salud.
  • Dar prioridad a cereales integrales, tubérculos y legumbres como fuente de hidratos de carbono.
  • Incluir fuentes de proteína de alto valor biológico como lácteos, carne, pescado o huevos.
  • Incluir grasas saludables como pescados azules por su alto contenido en Omega-3 en mayor proporción que la grasa saturada de origen animal.
  • Priorizar carnes blancas y no abusar en frecuencia de consumo de carnes rojas.
  • Evitar mayoritariamente el consumo habitual de alimentos precocinados y ultra procesados, embutidos, aperitivos de snack, dulces, lácteos o postres lácteos azucarados, bollería, salsas comerciales, etc.
  • Evitar el uso habitual y diario de bebidas alcohólicas y refrescos.
  • Intentar comer despacio y según las necesidades de nuestro cuerpo en cada momento, es decir, no comer por comer ni desayunar por desayunar si no tenemos hambre.
  • Ajustar el número de comidas diarias a nuestro estilo de vida, contexto y objetivos y no realizar un número de comidas autoimpuesto. Una distribución general que se adapta a la mayoría de personas sería 3 ingestas por día.

Por último, debemos recordar que llevar una buena alimentación es solo un eslabón más para acercarnos a un estilo de vida saludable. Debemos acompañarla de una buena rutina diaria de ejercicio, dar importancia al descanso y la higiene del sueño, evitar estrés crónico, exponerse a la luz solar y el contacto con la naturaleza, entre otras muchas cosas. Esto nos permitirá gozar de una buena salud y mejorar nuestra calidad de vida

Si quieres conocer tus necesidades nutricionales específicas y conseguir tus objetivos, contacta con nosotros. Ofrecemos servicios de nutrición y dietética con los que te ayudamos a optimizar tu rendimiento deportivo y a mejorar tu composición corporal, tu salud y tu bienestar. Primero realizamos un valoración integral del estado de salud y nutricional actual y a raíz de esto establecemos unos objetivos y aspectos a mejorar respecto a la alimentación, elaborando una dieta totalmente personalizada según el contexto, gustos, objetivos y requerimientos nutricionales del paciente o deportista.

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