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¿Qué es la Bursitis?

Una bursitis es un afectación inflamatoria de una de las bolsas de líquido (bursas) que sirven para amortiguar o evitar el roce de huesos, músculos o tendones alrededor de las articulaciones.  Es más frecuente en articulaciones que realizan movimientos repetitivos (hombro, codo, cadera, rodilla, tobillo) aunque puede aparecer en cualquiera. Normalmente, las bursas tienen una pequeña cantidad de líquido para amortiguar, pero cuando se irritan en exceso, se produce un aumento del mismo que suele provocar dolor y rigidez.

En los casos donde la inflamación sea mínima, con reposo puede ser suficiente para que recupere, aunque siempre se puede ayudar con técnicas como la diatermia, el drenaje manual y el ejercicio controlado. En casos más graves, es fundamental tratarlo tanto con fisioterapia como, en ocasiones, con alguna posible infiltración. Además, es importante buscar la causa que puede provocar la inflamación, por tanto puede ser importante acudir al podólogo para corregir posibles problemas biomecánicos que ocasionen la irritación, o corregir ejercicios mal realizados que están causando la inflamación.

Las técnicas más utilizadas en fisioterapia son la electrolisis, la diatermia, la cinesiterapia pasiva y activa… y en caso de ser necesaria la intervención del traumatólogo, la extracción del líquido o la infiltración para mejorar la absorción. Además, como hemos comentado, será importante reevaluar qué puede haber provocado la bursitis para poner solución y evitar las recidivas.

En Sannus Clinic contamos con un amplio grupo de profesionales que te ayudarán en lo que necesites. ¿Quieres más información sobre cómo aplicamos este tratamiento?

Síndrome de dolor miofascial y Puntos gatillos miofasciales

El síndrome de dolor miofascial es el conjunto de signos y síntomas producidos por los puntos gatillo miofasciales (PGM). Un punto gatillo miofascial es un foco hiperirritable dentro de una banda tensa de un músculo. Puede ser doloroso a la presión y a otros estímulos mecánicos y puede generar dolor en otras zonas que normalmente siguen un mismo patrón y causar limitación motora.

Hay diferentes mecanismos que hacen que los PGM se vuelvan dolorosos:

  • Mecanismos de activación directos: sobrecarga aguda o crónica, traumatismo directo sobre el músculo, sobreestiramiento, enfriamiento…
  • Mecanismos de activación indirectos: otros PGM, enfermedad visceral, inflamaciones, degeneración articular, radiculopatías y factores psicológicos.

Sintomatología

Normalmente el dolor no se localiza en la zona del propio PGM. Sólo se da esta circunstancia cuando el PGM es deformado mecánicamente (por compresión, contracción, estiramiento, punción, etc.) y en los escasos músculos cuyo dolor referido incluye al PGM.

En la zona de dolor referido se observan diferentes alteraciones vegetativas (vasoconstricción, lagrimeo, coriza, etc.), propioceptivas (desequilibrios, alteración de la percepción del peso de los objetos, etc.) y viscerales (arritmias, enuresis, vómitos, etc.)

En ocasiones, genera restricción articular, y por tanto disminución de la movilidad. Es específica y relacionada con el músculo en cuestión, por tanto puede servir como diagnóstico.

También puede generar rigidez o dificultad para iniciar el movimiento, especialmente después de un periodo de reposo.

El músculo con PGM, puede tener una inhibición en la contracción. Normalmente será descrita como fatiga o debilidad muscular, dificultando la activación del propio músculo.

Los PGM pueden relacionarse con pequeños espasmos (contracciones involuntarias que persisten de manera prolongada) y con calambres musculares (contracciones involuntarias dolorosas y transitorias).

Tratamiento

Es importante realizar una buena evaluación para poder localizar PGM que puedan generar el dolor de paciente. Normalmente, en la evaluación, se tiene en cuenta que al presionar el PGM se reproduzcan parcial o totalmente los síntomas por los que se acude a consulta. Es importante valorar todas las posibilidades para que el tratamiento sea más efectivo.

A partir de ahí se podrán realizar diferentes tratamientos como la punción seca, la neuromodulación, la terapia manual, diatermia, ondas de choque…

Si tienes dolor muscular, dolor inespecífico, no dudes en contactar para realizar una evaluación y programar un tratamiento en caso de que sea necesario.